Los ayuntamientos son municipios en España.

Ayuntar es añadir, juntar.

En La Cuidad de la Plata, “El Ayuntamiento” es, en la memoria colectiva, un bar, unas canchas de futbol, un subsuelo donde los de veintitantos íbamos a bailar, mesas de café donde se enseñaba matemáticas, física y demás yerbas, un kiosco, canchas de paddle, bandas de música sonando toda la noche y, mucho antes que todo eso, una licorería con barriles de madera y carros tirados por caballos que cargaban y distribuían el producto.
En todos los casos el lugar fue centro de reunión, sinónimo de añadir, de juntar.

Hace años que El Ayuntamiento permanece silencioso y vacío.

Al compás de las diversas actividades que podía albergar, el lugar tuvo diversos dueños para los que a casi todos, hicimos un proyecto de edificio.

Así como el ayuntamiento marcó parte de la historia de muchos de los que vivimos en esta ciudad, así también marcó años enteros de trabajo en la oficina. Ocho años para el último proyecto que hicimos, sin tener aun la certeza de si nuestro proyecto va a verse materializado o si solo será un cuadrito en alguna pared jerarquizada de la oficina.

Lo cierto es que el ayuntamiento nos desveló, nos puso a prueba, nos enamoró como uno se enamora de personas imposibles, o de causas perdidas. Aun no sabemos distinguir si nos mueve la tenacidad o nuestra terquedad para mantener vivo este proyecto.

Mantenemos la ilusión de que el próximo capítulo materialice los años de trabajo.